El Año Litúrgico se fija con el ciclo lunar, es decir, no se ciñe estrictamente al año calendario.
La fiesta más importante para nosotros, los católicos, es la Semana Santa, coincide con la fiesta de la "pascua judía" o Pesaj, misma que se realiza cuando hay luna llena.
La tradición nos dice que, la noche en que el pueblo judío huyó de Egipto, había luna llena, lo que les permitió no usar las lámparas para que no les descubrieran los soldados del faraón.
La Iglesia fija su Año Litúrgico a partir de la luna llena que se presenta entre el mes de marzo o de abril.
Por lo tanto, cuando Jesús celebró la Última Cena con sus discípulos, respetando la tradición judía de celebrar la pascua - el paso del pueblo escogido a través del Mar Rojo hacia la tierra prometida - debía de haber sido una noche de luna llena.
Hecho que se repite cada Jueves Santo.
La Iglesia marca esa fecha como el centro del Año litúrgico y las demás fiestas que se relacionan con esta fecha cambian de día de celebración una o dos semanas.
Las fiestas Litúrgicas que cambian año con año, son las siguientes:
· Miércoles de Ceniza
· Semana Santa
· La Ascensión del Señor
· Pentecostés
· Fiesta de Cristo Rey
Las fiestas Litúrgicas que nunca cambian de fecha son:
· Navidad
· Epifanía
· Candelaria
· Fiesta de San Pedro y San Pablo
· La Asunción de la Virgen
· Fiesta de todos los santos
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