Toda atadura maligna tiene su origen en el pecado.
Cuando se anda cometiendo pecado, hay espíritus malignos que controlan la conducta humana para destruirla.
Al desconocer la Palabra de Dios, se terminan haciendo cosas que nunca se las quiso hacer, el resultado es tristeza, dolor, divorcio, drogas, indiferencia, etc.
Por ejemplo, una persona que vive en un ambiente de pleitos, organizará siempre conflicto en todo lo que haga.
Una persona que vive en un ambiente de drogas y alcohol, será viciosa.
Una persona que viva en medio de desordenes sexuales, será depravado o enfermo sexual.
Así sucesivamente, como con el robo del dinero, la mentira, entre otros.
Las Ataduras son fuerzas malignas que gobiernan la voluntad, para ser libres, uno debe reconocer que esta atado y necesita ser libre.
Solo por el poder de Dios uno podrá ser libre, no hay psicólogo, motivador, coach, o influencer que pueda realmente ayudar, hacer de la oracion un estilo de vida, participar en la Misa y recibir la Sagrada Eucaristia mitiga el accionar de nuestra conscupiscencia, nos aleja del pecado.
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Ora et labora.
Nunc coepi.
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