Vivir sin Dios es vivir en pecado, es actuar igual que nuestros primeros padres.
A fin de cuentas, el pecado de Adan es pecado de todos sus descendientes, es un pecado contraído, no cometido, un estado y no un acto.
Para retornar, de una vida sin Dios a una vida con Dios se requiere *purificar* el Alma.
Los enemigos del Alma
La palabra enemigo viene del latín inimicus que significa no amigo.
Enemigo es que todo lo que nos desea el mal y que hace lo posible porque fracasemos en todo lo que emprendamos.
Enemigos del Alma son tres:
* Mundo.
* Demonio.
* Carne.
El mundo y el demonio son nuestros principales enemigos externos.
Pero tenemos tambien un enemigo interno terrible: nuestra propia carne.
De dos modos nos hace la guerra nuestra propia carne:
a) Su horror al sufrimiento,
b) Su hedonismo, afán insaciable de gozar.
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Res Non Verba
Hechos No Palabras
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