19 agosto 2022

Día Cuarto

 Novena a San Jacinto

Día Cuarto

Los tártaros avanzaron por Rusia, Polonia y Hungría, uno de los puntos    afectados por la conquista fue la región de Kiev.

Kiev es territorio eslavo que ha pasado por las manos de varias naciones a través de  la historia.

Cuando san Jacinto estaba en Kiev, los Tártaros, a las órdenes de Batú, sobrino de Gengis‑Khan, invadieron la ciudad.

De la ciudad todo el mundo huía, hasta los príncipes Miguel y Daniel huyeron antes del asedio. 

Jacinto celebraba la misa y no supo del peligro hasta terminada la misma.

Organizó la salida, se acercó al sagrario, tomó en sus manos el copón con las Hostias consagradas, lo ocultó bajo su capa dominica y se dirigió hacia el portal de la iglesia.

Pero en su interior oyó una voz procedente de la imagen de la Virgen: *Jacinto, hijo mío, llévame     contigo*.

San Jacinto le contestó: *¿Cómo podré hacerlo con mis débiles fuerzas?* 

La voz agregó: 

¡Pruébalo!

San Jacinto retuvo en la mano derecha el copón y cargó sobre el costado y brazo izquierdo la imagen de la Santísima Virgen María, de esa forma fue que pasó a pie sobre las heladas aguas del Nieper, en busca de nueva casa.

Es por esta razón que a san Jacinto se lo representa siempre con la custodia y la Virgen.

San Jacinto hizo lo más prudente, dirigirse a otra parte en plan de misión.

San Jacinto vivió de manera infatigable dedicado a la oración y a la predicación, entregado a la dirección de almas que acudían a él en gran número, ocupado insistentemente en asistir a los enfermos y siempre con el amor a Cristo y a la Santísima Virgen.

...

...

(Pídase la gracia que se desea.)

Un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria.



Oración final

San Jacinto glorioso, fiel y eficaz protector, ruega por nosotros a Dios, que escuche nuestra oración.             Amén.

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