05 septiembre 2022

Dia Cuarto Novena a Nuestra Señora, la Virgen del Guayco

 Novena a Nuestra Señora, la Virgen del Guayco


Dia Cuarto

Mientras Luz María Chela cumplía con sus tareas recitaba las oraciones que había aprendido con los misioneros Franciscanos.

En el Guayco empezó a acompañarle una ‘linda Señora’ que le ayudaba a rezar y recordar las enseñanzas recibidas por los misioneros.

En esto pasaba el tiempo y  cada vez más se retrasaba en retornar a su casa.


Mensaje:

María, cumple con sus obligaciones, presentación del Niño en el Templo


PALABRA DE DIOS

(Lc. 2, 22-35)


Cuando llego el dia en que, de acuerdo con la ley de Moises, debian cumplir con el rito de la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarselo al Señor, tal como está escrito en la ley del Señor: todo varon primogenito sera consagrado al Señor.

Tambien ofrecieron el sacrificio que ordena la ley del Señor: una pareja de tortolas o dos pichones.

Habia entonces en Jerusalen un hombre muy piadoso y cumplidor a los ojos de Dios, llamado Simeón. 

Este hombre esperaba el dia en que Dios atendiera a Israel, y el Espiritu Santo estaba con el Le habia sido revelado por el Espiritu Santo que no moriria entes de haber visto al Mesias del Señor.

El Espiritu lo llevo al templo en aquel momento.

Como los padres tenían al niño Jesús para cumplir con él lo que mandaba la Ley, Simeon lo tomo en brazos y bendijo a Dios con estas palabras: 

Ahora, Señor, ya puedes dejar a tu servidor muera en paz, como has dicho.

Porque mis ojos han visto a tu salvador, que has preparado y ofreces a todos los pueblos, luz que se revelará a todas las naciones y gloria de tu pueblo, Israel

Su padre y su madre estaban maravillados por todo lo que se decia del niño. 

Simeon los bendijo y dijo a Maria, su madre: 

Mira, este niño traera a la gente de Israel caida o resurrección. 

Será una señal de contradicción, mientras a ti misma una espada te atravesará el alma.


Reflexion

Maria es saludada como la virgen hija de Sión, ella cumplió debidamente la ley de los primogenitos, ser consagrados a Dios, rescatando con la ofrenda de los padres al Hijo, autor de la nueva ley, Redentor de todos nosotros, gloria del pueblo y luz de las naciones, Señor y Salvador del mundo.

Maria está puesta al servicio de la obra de salvación, reconoció en el Hijo al cordero sin mancha, para ser inmolado en la cruz y lo ofreció al Padre.

Simeon anuncia que el Niño sera como una bandera discutida y que una espada de dolor traspasaria el corazon de la Madre, que no es otra cosa que la intima unión de la santisima Virgen con el Hijo en la obra de la salvación. 

El mismo amor asocia al Hijo y a la Madre, el mismo y una misma voluntad de fidelidad al Padre los une.


ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno que recibiste en tu templo a tu Unigenito que se ofrecía por nosotros, te pedimos humildemente que escuches nuestras oraciones.

Por Jesucristo nuestro Señor.

Amen

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